Una película

He visto con detenimiento una película dirigida y coprotagonizada por Robert de Niro. Y digo con detenimiento porque su trama entrelaza distintas épocas de los servicios de inteligencia exteriores de USA: la OSS, embrionaria de lo que mas tarde devino en llamarse CIA y esta misma
A Robert de Niro le preguntó un periodista en una rueda de prensa, si le gustaba la CIA, a lo que el actor/director contestó que sí. Por lo que si alguien se acerca a esta película con la esperanza de asistir a un alegato contra la Agencia, que desista, so pena de añadir a la decepción el comprobar que pese a su premiosidad, estamos ante una buena cinta.
Pero para mí lo realmente destacable es el brillantísimo diálogo en distintas secuencias que arroja luz sobre dos cuestiones importantes: el papel de los servicios de inteligencia y las relaciones sociales que deben establecerse entre inmigrantes y los respectivos países de acogida.
Cuando el general William wild Donovan, cabeza de la OSS, le pide al protagonista, Edward Wilson(Matt Damon), un antiguo y brillante alumno de Yale, que se encargue de la Containteligencia de la futura CIA,acompaña su peticion con una breve pero contundente declaración de intenciones de lo que debe ser un servicio de inteligencia: DEBEMOS SER LOS OJOS Y LOS OÍDOS DE AMÉRICA, NO SU CUERPO Y SU ALMA.
Toda una definición ¿no creen?. Es decir, saber lo que pasa y contarlo al Gobierno pero nunca mostrarle el camino a seguir ni aceptar sin reserva los dictados de aquél cuando el propio Gobierno se olvida que es solo eso, Gobierno, pero no Estado, añadiría yo.
Es un tema recurrente pero siempre de actualidad.
Es tambien de interés, como muchos de los directivos de la OSS y de la CIA,proceden de una fraternidad de Yale, la Skull and Bones, Orden de la Calavera y los Huesos, que algun tratadista, como el sacerdote Manuel Guerra sitúa en los aledaños de la masonería.
Se hacen llamar los bonsmen y siguen ritos de iniciacion y promesas de lealtad y discrecion. ¿Les suena?.
A esta orden, con corresponsalía actual en Madrid, apunta Manuel Guerra, que pertenecen Aznar y Lara, aunque el primero de ellos ha calificado de majadería esta conjetura.
Es como una constante: Los servicios americanos e ingleses influenciados en su origen y trayectoria por la masonería. ¿Realidad? ?Ficción?.
Para otra ocasión dejamos la relación que antes apuntaba sobre inmigrantes y países de acogida, magistralmente definida por el protagonista. Dá para un tratado de sociología.
Buena película, a veces lenta pero instructiva y sin carreras de coches,tiros ni puñaladas.
Véanla. Por ser diferente les dré que hasta Angelina Jolie sale fea.
Merece la pena.