Monday, June 11, 2007

Carta de Chantal Desmoulins a Louis Lafleur

Querido Louis:
Por varios amigos comunes he sabido que "alguien" me ha citado en un blog. Si bien la bitácora tiene timonel, creo adivinar tu estilo personal en esa carta apócrifa dirigida a mi persona.
Dada por buena mi suposicion, paso a contestarte tratando de desgranar en cada palabra no solo el cariño que siento por tí, sino la lealtad, que me impulsa a no falsear otros sentimientos, dudas y debilidades que como a toda mujer, conforman mi personalidad, que tu en ocasiones has calificado de poliédrica y oscura.
El problema Louis, es tu incapacidad manifiesta, pese a ser francés, de concebir a la mujer y a mi en particular como un ser lleno de contradicciones, que le llevan en ocasiones a la infidelidad, aunque esta sea mas platónica que física(no siempre, lo siento).
Tu mismo me decías en cierta ocasión, que te habías enamorado¡media hora! de una mujer que te había sido presentada. Creo recordar que se llamaba Colombine.
¿Por qué rechazas esa posibilidad para mi ?. ¿ Es que como mujer libre y con un recientísimo divorcio, no tengo el mismo derecho que tu, a sentirme querida y cortejada(qué palabra) por un desconocido en una playa o en una estación de esquí?.
El amor, querido Louis, como tu lo concibes , es cárcel, y en esos lugares los sentimientos, como la salud, se deterioran sin remedio. Recuerda la melodía que escuchábamos juntos:"el amor es como un pajarillo al que hay que abrir la jaula para que vuelva". Demasiada fantasía para tí ¿verdad?.
Nunca podrás llegar al fondo de mí. Ni siquiera yo me conozco. Soy infiel a cada momento, con la mirada, con la imaginación, con la voz, con la sonrisa. Me gustan los hombres a rabiar pero no me entrego con facilidad, y no es por virtud, sino porque aunque te sea difícil de creer todavía tengo necesidad de tí.
He buscado algo culto para darle cierto fuste a estas letras y me he troezado con Jacinto Benavente, el nóbel español, que escribió un librito titulado "Cartas de Mujeres". Escrito en un castellano de la primera mitad del siglo pasado, me ha resultado difícil su traducción.
Entresaco, no obstante, dos frases a modo de epigrama que creo que reflejan mi
personalidad. La primera confirmará tus temores sobre mi frialdad contigo, la segunda creo que te reconfortará:

"¿Conoces que te engaño? Pues no te engaño"

"Hacernos reir cuando estamos tristes cualquiera puede hacerlo. Hacernos llorar cuando
estamos alegres, ¡eso si que no puede hacerlo mas que uno!"

Adios Louis. Siempre estaré contigo y siempre me encontraré lejos de tí. En busca del AMOR, allí donde me lo den o me lo presten por unas horas. No importa el lugar ni la estacion. El mar, la montaña, la calle húmeda que tantas veces nos vió pasar, la suavidad del café antiguo...

PS Tu tambien eres refractario al amor "único". No me das pena, ahora sólo sufre tu orgullo, no tu corazón.

Otra postdata: No busques consuelo fácil. Nunca fuiste vulgar. Te quiere, Chantal.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home