Sunday, March 15, 2009

Palabras

Hay palabras para cada ocasión. Las hay sutiles y dulces: delicuescente y céfiro pongo por caso. Las hay duras como el pedernal, de esas que se te clavan en el alma y te mutilan de por vida...Mas que palabras son prosodias envenenadas.
Las hay de primavera con olor a jazmín y las hay de albañal que te envenenan.
En definitiva, las palabras son el ariete del maligno o el verso del amante. Pero ahí están, sólo hay que cogerlas del cesto de la vida y arrojarlas o depositarlas con embeleso.
A Larra se las arrojaron de cicuta, de esas que matan antes de que te mates tú. Y se mató.
También hay palabras no natas, de catorce semanas y trituradora infame. Palabras que nunca se dicen y mueren antes de nacer. Palabras de amor que mueren con el moribundo sin haber salido jamás de su garganta. Palabras que no se pueden decir porque el amor, al igual que el odio o la indiferencia han de ser manejadas con tino. Trite palabra tino, evoca cálculo, prudencia...
La palabra embauca o enaltece, te cura como un bebedizo, te lanza a la muerte, te dá la vida. Y cuántas veces la palabra nos es hurtada.
Encadenar endecasílabos, ríen los planos de alma, sin saber que el verso y la prosa espolvorean con estrellas el ritmo matemático, frío y hermético que contienen.
Cuando la noche se acerca, alzamos los brazos buscando refugio y a veces lo encontramos en una oración de niños Y la palabra, esa que nos fué hurtada, aquélla que ya no pronunciamos, nos dá la quietud y el ánimo.
Amén



2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Quillo contrapunto:
Me ha gustado. Ahí van algunas anotaciones que te habrás hecho ya tu.


También hay palabras no natas, de catorce semanas y trituradora infame.
-¿14 o 16 años para decidir quien vive sin ser aun penalmente responsable de nada?.
Palabras que nunca se dicen y mueren antes de nacer.
Que no tienen nada que ver con las que se dicen y muertas están al nacer.
-Son como las promesas incumplidas. Son los engaños de los falsos. Todos sabemos de ellos.
Palabras de amor que mueren con el moribundo sin haber salido jamás de su garganta.
-Como los tequieros que no dijiste ,los abrazos que te faltaron por dar, los besos engañantes dados, los lujuriosos robados .
Cuando la noche se acerca, alzamos los brazos buscando refugio y a veces lo encontramos en una oración de niños.
-Encontrando en esa oración la paz y la respuesta del porque a nosotros ,El que pase ya lo que el destino con su fea y cruel cara, tenga calculado; engañándonos al pensar que la muerte es lo peor que nos puede tener preparado. Inexorable, pero no lo peor.

4:15 AM  
Anonymous Anonymous said...

Precioso artículo.Me admira tu capacidad de encadenar pensamientos e ideas apoyándote en algo tan bonito como las palabras

12:34 PM  

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