Sánchez y Bergoglio


Sánchez dice que vá a suprimir el Ministerio de Defensa; parece ser que luego rectificó, pero ya es un punto. A lo mejor no se expresó bien y le faltó  añadir que lo va a reconvertir en una subsecretaría o una dirección general. Pero tal como lo ha dicho podría colegirse que quiere cargarse a las FAS e ir hacia una policia global .
Luego la realidad es otra. Se sientan en Moncloa , se leen unos cuantos dossieres que les prepara Sanz y la cara se les cambia. Pero parece ser que vende en determinados ambientes el ser un país laico y sin Ejercito.
Claro que después éstos mismos llegado el caso se rearman y de lo dicho nada muchacho.

Bergoglio es un argentino jesuita, lo cual en principio está bien. Está de jira y les lee la cartilla a los oligarcas de las armas y los ricos que en el mundo son. Los negros mientras tanto bailan.  
Al igual que Sanchez, Bergoglio dispara con poca finura jesuítica a los que de forma ilegítima manejan las armas. Los periodistas que le siguen lo dejan caer así.
Teniendo en cuenta que soldados españoles están tratando de salvas a cristianos  que son masacrados por razón de religión, debería el Pope ser mas sutil y explicar que no es lo mismo vender armas o armar a grupos contendientes que ejercer la legítima violencia que no es condenable sino digna de respeto. Enfín son cosas del directo. Ahora que llegan las Navidades y asistimos con devoción a la misa del Gallo, cientos de soldados españoles se juegan el pellejo sin ocuparse demasiado de circuitos armamentísticos y de enormes negocios lucrativos. Un respeto.