Hipócrates en el olvido
Bien es verdad que el juramento hipocrático o ha caído en desuso o ha sido infravalorado por algunos galenos ilustres como es el caso de Gregorio Marañón (véase "Vocacion y Ética"). Marañón sostiene que es la práctica de la medicina la que vá proporcionando al médico la ética y responsabilidad en el ejercicio de su profesión, mas allá de normas, reglamentos, juramentos o protocolos como tan profusa y desafortunadamente se dice ahora.
A cualquier profesional del quehacer médico se le supone pues una encarnadura moral que le hace contemplar al paciente como un sujeto de cuidados que van desde la pura pericia hasta la percepcion psicológica que hace, y valga como un ejemplo mas, el edulcorar la gravedad de aquél cuando éste está sediento de mentira.
Valga este exordio para censurar a aquellos que siguiendo consignas políticas se manifiestan pidiendo el traslado de una paciente grave a un centro privado. ¿Dónde está la ética, que por ejercicio continuado de la profesión deja el poso moral al que aludíamos?. ¿Qué profesional del sindicato o del despacho puede ordenar que nadie con bata blanca rechace la presencia de una paciente por el hecho de ser ésta delegada de gobierno y miembro de un partido cuyos objetivos en materia sanitaria no coinciden con los del jefecillo agitador?
La piedad, el cuidado del enemigo etc se dan hasta en las guerras mas crueles, poniendo en lugar preferente la condición de ser humano y postergando la de adversario al que ya vencido no queda mas que curarle las heridas y tratar de devolverlo al mundo de los vivos.
Si la política llega a estos extremos es porque la concentracion de odio supera los límites de la deseada convivencia. Aislemos con inteligencia a estos profesionales del agit-prop por dañinos y profesionalmente censurables.
Bien es verdad que el juramento hipocrático o ha caído en desuso o ha sido infravalorado por algunos galenos ilustres como es el caso de Gregorio Marañón (véase "Vocacion y Ética"). Marañón sostiene que es la práctica de la medicina la que vá proporcionando al médico la ética y responsabilidad en el ejercicio de su profesión, mas allá de normas, reglamentos, juramentos o protocolos como tan profusa y desafortunadamente se dice ahora.
A cualquier profesional del quehacer médico se le supone pues una encarnadura moral que le hace contemplar al paciente como un sujeto de cuidados que van desde la pura pericia hasta la percepcion psicológica que hace, y valga como un ejemplo mas, el edulcorar la gravedad de aquél cuando éste está sediento de mentira.
Valga este exordio para censurar a aquellos que siguiendo consignas políticas se manifiestan pidiendo el traslado de una paciente grave a un centro privado. ¿Dónde está la ética, que por ejercicio continuado de la profesión deja el poso moral al que aludíamos?. ¿Qué profesional del sindicato o del despacho puede ordenar que nadie con bata blanca rechace la presencia de una paciente por el hecho de ser ésta delegada de gobierno y miembro de un partido cuyos objetivos en materia sanitaria no coinciden con los del jefecillo agitador?
La piedad, el cuidado del enemigo etc se dan hasta en las guerras mas crueles, poniendo en lugar preferente la condición de ser humano y postergando la de adversario al que ya vencido no queda mas que curarle las heridas y tratar de devolverlo al mundo de los vivos.
Si la política llega a estos extremos es porque la concentracion de odio supera los límites de la deseada convivencia. Aislemos con inteligencia a estos profesionales del agit-prop por dañinos y profesionalmente censurables.
posted by contrapunto at 7:33 AM
3 Comments:
Hola Contrapunto,¡cuánto tiempo sin leerte,nos tenias olvidados¡ Me alegra mucho tus palabras,creo que el papel de un médico es mas importante que el centro sea publico o privado y va mas alla`de su pericia profesional que se le supone,el paciente es persona que esta ansioso de recibir un trato humano y a poder ser psicologicamente positivo.No siempre es asi todo depende de la persona que hay detras de de esa bata blanca.
Hola Contrapunto.
Hola a tus lectores.
Hola a mi mismo que me he reencontrado.
Me explico:
Tras un largo y especial verano, más largo que el del 70 aunque no tan especial, aquel en el que me hospedé en el faro de Chipiona para posteriormente trasladarme a una pensión de apellido archiconocido en este hermoso pueblo, me reencuentro conmigo, con mi ordenador, con mis aficiones, y con algunas criaturitas que sin tener ellas la culpa, de haber continuado en el farito de los huevos, ya explicaré el porqué, seguro, seguro, que no las tendría ahora despertándome de mis dianillas , siestas, tocándome los papeles, pidiendo constantemente cosas y chuches y en definitiva , haciendo cualquier cosa molesta , menos agradeciendo el que yo me fuera del faro.
Respecto a tu artículo.
No sé de qué va el rollo, he leído poquito y tele menos, solo pelis y alguna que otra serie, aunque imagino por lo que dices, que alguien de la clase política,” ha necesitado” de la sanidad privada por politiqueo.
Hablas del juramento hipocrático, de los sentimientos de los médicos, de …….,
Esto de los juramentos, en mi larga y corta vida (larga por los años vividos y corta por lo rápidamente pasados),he llegado a la conclusión, que para falsearlos y no quedar como perjuro, la conducta humana, habitualmente, tiende a arrimar el ascua a su sardina, que sea al menos chipionera, por supuesto, buscando todo tipo de excusas (morales, éticas, profesionales, de bondad, de lógica, e incluso hasta políticas) , para encima quedar bien cuando falta a ellos.
¿Sabes que digo amigo mío?
Que cada cual se atenga a sus consecuencias, al menos morales, porque no me gustaría” merecer desprecios y otras cosas” como indigno hijo de ELLA.
Que conste, que puedo llegar a entender ese perjurio si fuera para no obtener un beneficio propio, sino lo contrario, para otros o supremos, pero raramente es así, y es por ello por lo que siempre se busca excusas para romperlo.
Abrazotes
Ya te estábamos echando de menos, amigo Contrapunto, aunque comprendo que el estío es tiempo para otras cosas...
Respecto al comentario de hoy, desconozco cual es el motivo de tu exposición (como Pardillo,y por higiene mental, también desconecto un poco en este tiempo de la realidad española) pero estoy seguro que mezclar política y atención médica, es una barbaridad que lo único que demuestra es el estado de crispación en que se instalan "nuestros" políticos. Lo afirmas categóricamente:hasta en las guerras se atiende a los enemigos heridos...bueno en casi todas.
Me alegro que de nuevo nos vuelvas a deleitar con tus certeros comentarios de la realidad de España
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