Sonrisas de conejo


Un sector de la izquierda está por la liberación de cierto tipo de drogas porque considera que con aquélla, descenderá el consumo y se atajará con éxito un problema tan grave como el que plantea. Otro sector progresista, instalado no solo en la izquierda, le concede incluso un plus de distinción intelectual. Como la absenta para los escritores malditos del diecinueve. Pero la dura realidad, es que mas allá de elucubraciones políticas e intelectuales estamos ante una auténtica tragedia, en la que España ocupa un lugar de dudoso privilegio.
Emilio Olabarria, facundo senador del PNV, ha dicho en la comisión de Interior que sabe de ministros, jueces y policías que han consumido sustancias de esa naturaleza.
 Si para defender su idea de una planificación general contra el consumo de drogas, es necesario decir semejante sandez, estamos ante un caso de obnubilacion transitoria que de vez en cuando parece atenazar a sus señorías. Porque, si ya es de dominio público el aceptar que los deportistas son espejo en el que se miran los jóvenes ¿qué podemos decir de unos políticos que componen ni mas ni menos que una comision ministerial, uno de cuyos cometidos es precisamente la erradicación de la droga?
Pero lo mas letal, moralmente hablando, es la sonrisa comprensiva y de acuerdo tácito de sus señorías. Ya nos podemos gastar miles de euros en acciones sicológicas y propagandistas, que a veces una estulta intervención de un político y la reacción conciliadora de unos conservadores vergozantes, hacen mas daño que las teorías, que abiertamente piden la liberacion de cierto consumo.