SOCIOLOGÍA ESCATOLÓGICA


Hay gente que vive y muere con estilo. Vivir con elegancia es a priori mas sencillo para quien la naturaleza y el talento dotaron de tan singular virtud. Se es elegante por sorteo. Uno puede mejorar lo que natura dá pero hay quien ya viene bendecido de ese limbo ahora inexistente como primus inter pares.
El padre de Sabina que era policía, para desazón de su afamado hijo, murió lanzando al mundo que abandonaba un sensata pregunta "¿de donde sacarán el dinero las Diputaciones Provinciales"?. Y expiró. No implica este postrer suspiro una gran dosis de elegancia pero no deja de tener cierto estilo.
Me cuentan que en un centro médico un celador, rechonchete y paralanchín, de esos que transitan los pasillos gritando y entablando jovial conversacion con enfermeras y demas personal auxiliar, acudió a atender a una señora que no se valía por sí misma y a la que era necesario cambiar de postura. Nuestro intrépido celador irrumpió en la habitación de la casi extinta señora al grito de "¿como estás reina?", tratamiento que no apeó durante la maniobra de giro de la pobre mujer.
La señora alzó su mano e hizo un gesto al jóven celador indicándole que se acercara y tomándole por el antebrazo, le dijo: "mire vd. yo no soy reina de nadie; solo  soy una señora que  se está muriendo; por favor no me grite". Y se murió.
Lo apuntado en el título: todo un tratado comprimido de sociología laboral.