Los zapatos del pescador


El periodista se desgañitaba contando urbi et orbi que teníamos un papa del este. Había que darle un toque esperanzador y social al sillon de Pedro. Oíamos encogidos que quizá aquél papa polaco gobernaría a su grey con los evangelios en una mano y El Capital en la otra. Luego resultó que Karol Woytyla si de algo abominaba, por propia experiencia, era del comunismo y del nazismo.
Andan ahora los vaticanólogos, que son como los madridólogos pero con gafas, lamiéndose las heridas por no haber acertado en nada. Y los mcs de izquierdas aprovechan para atizarle a la Iglesia católica.
Yo creo que es un aval que a Francisco le guste el tango. El tango denota para quien gusta de él una sensibilidad especial. Es altivo y procaz pero tambien es escatológico y te hace reflexionar sobre el destino del hombre. Recuerda: "...cuando esten secas las pilas de todos lo timbres que vos apretás-buscando un pecho fraterno para morir abrazao..."
Tambien es hombre de su tiempo, químico, filósofo y algo mas que no recuerdo. Está un poco atolondrado y se quita los zapatos rojos del pescador y otros ornamenetos para ser fiel discípulo de su amado Francisco de Asís. Pero esas son cuestiones menores. Toma el colectivo, predica en el frío suburbio y paga a su patrona con escrúpulo de caballero. Ya le explicarán los espigados suizos los imperativos de la seguridad.
Esperanzadora menció a las ONG,S y a Jesucristo. Debe poner orden en casa y apagar el humo de Satán en las paredes del Vaticano. Y cuando dé la mano por favor que no promueva entre los conspiranoicos nuevos motivos para la especulación.
Decía un perverso, que al ser argentino, nos psicoanalizaría colectivamente. Con tal que nos dé un poco de árnica para el alma, bendito sea Dios.