Buscando dos millones desesperadamente


Cuenta algún historiador,pocos, que tres conspicuos asistentes al Pacto de S.Sebastian, organizado por el mason Rizo para derribar a la monarquía, se fueron a comer a "La Nicolasa" en Donosti. Eran Indalecio Prieto, Miguel Maura y Manuel Azaña. Este último preocupado por el ritual de su próxima "llegada a la luz" que le repugnaba por su condición de intelectual.
Suben las escaleras de la Nicolasa y el maître les atiende con solicitud. La comida transcurre festiva y al natural desahogo de las copas, Maura repara en la mesa de al lado y vé a un hombre mayor acompañado de una mujer rubia y esbelta. Era Juan March, el hombre al que la República había considerado su banquero.
Presa de una súbita emoción Indalecio Prieto le espeta a March "¿por qué no le dá usted dos millones a la Revolución para que no le haga nada?". Aquella frase grosera y mal construída sirvió para que Juan March,el hombre al que salvó el NID,el servicio de inteligencia naval británico, decidiera no ayudar a la República.
"Ni olvido ni perdono" se oye por ahí.¡¡¡ Por favor, dos millones....!!!