La vidriera

El comedor de cadetes de la Academia de Infantería tiene una vidriera policromada que incumple la normativa legal de Zapatero. Es preciosa, pero campa en su cuartel central un águila alegal. El águila, no dice ni pío ni come. Pero es alegal. Total, que se van a cargar la vidriera.

Digo yo, que será que ahora que los tenientes son también ingenieros, no querrán que siquiera de forma plástica,  algo haga recordar a los militarotes de antaño.

En su momento, el entonces director, viejo paracaidista, soltó un desperta ferro y evacuó un informe preciso y repleto de datos que hizo que el contradiós  se demorara.

A mi, con todos los respetos, este asunto me recuerda, al Cojo Manteca que allá por los ochenta ocupaba gran parte de los telediarios cargándose con su muleta el rótulo luminoso de Banco en Madrid. 

La leyes están para cumplirse, pero a veces son tan hirientes...

He viso al rey emérito disfrutando del arte de Cúchares. Me parece que el hecho de que lo hayan trasladado al depósito municipal, se la trae al pairo. Tan campechano... 

Pólvora en salvas

   Estamos en  la fase de aproximación como establecen los viejos manuales de táctica militar. De momento, salvo los tientos a la propiedad privada, todos son amagos y fuegos de artificio. Como bien escribía alguien, a falta de ideas, tuteo falangista. Juicio sumarísimo a la cabra de la Legión; nada de himno nacional en las procesiones; traslado a una oficina siniestra del busto del rey emérito(cómo sonreía con sonrisa de conejo un manzanillo...)y poco más.
Así pues hemos de estar tranquilos, el tic tac es sólo una onomatopeya musical y no una rememoranza siniestra.
Hemos de pensar que el PSOE en caso de pactar con los populistas será un moderador y no un catalizador de miedos, que seg,un algunos, van a cambiar de barrio. ¿O no?.
Andan unos militares enfurruñados porque un general asistió a un acto público en mangas de camisa. Digo yo que menos mal que no se puso a la page con los faldones por fuera del pantalón. Eso también forma parte del prudente aggiornamento . El señor alcalde asistió al acto con camisa roja.
Lo que sí me inquieta es el grito de los incontrolados arderéis como en el treinta y seis. ¡Qué bárbaros!.