Suelta a Barrabás
De niño, uno de los pasajes de Historia Sagrada que mas me impresionaba era aquél en que Pilato solicitaba asambleariamente la opinion del pueblo sobre la pertinencia de soltar a Jesús o al bandido Barrabás. El resultado ya se conoce.
Ahora el obispo Uriarte, como un Poncio vasquito,le dice al gobierno que elimine la doctrina Parot y que proceda a la excarcelación de etarras. No se sabe bien en qué pasaje evangélico se exhorta a los dirigentes a preterir la justicia en aras de una piedad mal entendida.
Hace tiempo que este obispo, junto con alguno más nos tiene a costumbrados a estos exabruptos doctrinales que no hacen otra cosa que dejar dolorosamente perplejas a las víctimas y provocar un cansancio infinito a todas las personas de bien.
Tiene monseñor una memoria quebradiza y por eso, o por una interesada falta de empatía, pide libertad para quien en mayor o menor grado contribuyó a segar la vida de tantas personas inocentes, vistieran uniforme o no.
La indulgencia evangélica no está reñida con la justicia. Dios es bueno pero justo, nos han dicho de contínuo los purpurados,¿por qué se demanda del gobierno la indulgencia que sólo se le atribuye a Dios con matices?
La iglesia vasca debe hacer su viacrucis político y poner al sol de la verdad su cuota parte en el desorden conceptual y aún moral de alguno, bastantes , de sus componentes. Mientras esto no se produce, mejor el silencio que ese atronador y redivivo ¡¡¡ Suelta a Barrabás !!!
De niño, uno de los pasajes de Historia Sagrada que mas me impresionaba era aquél en que Pilato solicitaba asambleariamente la opinion del pueblo sobre la pertinencia de soltar a Jesús o al bandido Barrabás. El resultado ya se conoce.
Ahora el obispo Uriarte, como un Poncio vasquito,le dice al gobierno que elimine la doctrina Parot y que proceda a la excarcelación de etarras. No se sabe bien en qué pasaje evangélico se exhorta a los dirigentes a preterir la justicia en aras de una piedad mal entendida.
Hace tiempo que este obispo, junto con alguno más nos tiene a costumbrados a estos exabruptos doctrinales que no hacen otra cosa que dejar dolorosamente perplejas a las víctimas y provocar un cansancio infinito a todas las personas de bien.
Tiene monseñor una memoria quebradiza y por eso, o por una interesada falta de empatía, pide libertad para quien en mayor o menor grado contribuyó a segar la vida de tantas personas inocentes, vistieran uniforme o no.
La indulgencia evangélica no está reñida con la justicia. Dios es bueno pero justo, nos han dicho de contínuo los purpurados,¿por qué se demanda del gobierno la indulgencia que sólo se le atribuye a Dios con matices?
La iglesia vasca debe hacer su viacrucis político y poner al sol de la verdad su cuota parte en el desorden conceptual y aún moral de alguno, bastantes , de sus componentes. Mientras esto no se produce, mejor el silencio que ese atronador y redivivo ¡¡¡ Suelta a Barrabás !!!