Saturday, August 24, 2013

                                                            Hipócrates en el olvido


Bien es verdad que el juramento hipocrático o ha caído en desuso o ha sido infravalorado por algunos galenos ilustres como es el caso de Gregorio Marañón (véase "Vocacion y Ética"). Marañón sostiene que es la práctica de la medicina la que vá proporcionando al médico la ética y responsabilidad en el ejercicio de su profesión, mas allá de normas, reglamentos, juramentos o protocolos como tan profusa y desafortunadamente se dice ahora.
A cualquier profesional del quehacer médico se le supone pues una encarnadura moral que le hace contemplar al paciente como un sujeto de cuidados que van desde la pura pericia hasta la percepcion psicológica que hace, y valga como un ejemplo mas, el edulcorar la gravedad de aquél cuando éste está sediento de mentira.
Valga este exordio para censurar a aquellos que siguiendo consignas políticas se manifiestan pidiendo el traslado de una paciente grave a un centro privado. ¿Dónde está la ética, que por ejercicio continuado de la profesión deja el poso moral al que aludíamos?. ¿Qué profesional del sindicato o del despacho puede ordenar que nadie con bata blanca rechace la presencia de una paciente por el hecho de ser ésta delegada de gobierno y miembro de un partido cuyos objetivos en materia sanitaria no coinciden con los del jefecillo agitador?
La piedad, el cuidado del enemigo etc se dan hasta en las guerras mas crueles, poniendo en lugar preferente la condición de ser humano y postergando la de adversario al que ya vencido no queda mas que curarle las heridas y tratar de devolverlo al mundo de los vivos.
Si la política llega a estos extremos es porque la concentracion de odio supera los límites de la deseada convivencia. Aislemos con inteligencia a estos profesionales del agit-prop por dañinos y profesionalmente censurables.